EL ALTO CONTRASTE. Desde hace un par de años soy un fan completo respecto al trabajo en moda, fotografía, cinematografía y arte que el diseñador TOM FORD tiene la habilidad de crear, pero no fue hasta hace poco que decidí tomar prestada una de sus metáforas que para mí, ha sido una obra maestra. Metáfora tratada en A SINGLE MAN.
EL ALTO CONTRASTE es la línea entre vivir una vida a colores básicos o disfrutarla a su máxima intensidad en momentos que la hagan más rica, en momentos que reflejen luz, en momentos que contrasten, que maximicen esos valores básicos de la cromática que tan eventualmente solemos vivir.
Mi ALTO CONTRASTE estuvo definido en AMARILLO en su primera fase. Un AMARILLO que aleteaba, que se postraba en los olores de la vida. Un AMARILLO que se posicionó en mi techo para hacerme creer que mi apellido dejaba de ser Bejarano y empezaba a sentirse como Babilonia. AMARILLO que se tornaría en ROJO porque ya se quedaba tenue con respecto a todo lo que me causaba.
ALTO CONTRASTE en ROJO que define un incierto futuro por escribir, tal vez con TINTA NEGRA o con TINTA AZUL, pero con la correcta.
ALTO CONTRASTE que simplemente señala los valores visuales para definir esta historia: NUESTRA HISTORIA. Tuya, mía, nuestra; porque definitivamente NUESTRA HISTORIA, esa que no sabemos hacia dónde va, está CONTRASTADAMENTE escribiéndose porque resaltará tanto en tus relatos como en mis tragedias.
ALTO CONTRASTE porque así mismo comienzas a contrastar mis capítulos pasados, al punto de ya no querer que dejes de hacerlo.
Continúa, CONTRÁSTAME LA VIDA. Ya me había acostumbrado a vivir en Blanco y Negro.
ALTO CONTRASTE: tu y yo.
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